El post de hoy va dedicado a unir varios de los posts que he ido poniendo a lo largo de las semanas, con un vídeo (que tienes al final) y al que tienes que dedicar dos minutos.
El acertijo es el siguiente:
Un padre y un hijo viajan en un coche.
Tienen un accidente grave, el padre muere y al hijo se lo llevan al hospital porque necesita una compleja operación de emergencia.
Llaman a una eminencia médica, pero cuando llega y ve al paciente dice «no puedo operarlo, es mi hijo»
¿cómo se puede explicar esto?
Las respuestas más frecuentes suelen ser ….
- no tengo ni idea,
- no puede ser,
- es imposible, porque el padre está muerto, …
¿qué solución se te ocurre?
EL MÉDICO ES LA MAMA DEL NIÑO, ELLA ES EL CIRUJANO.
Si no se te ocurrió pensar que la eminencia médica es una mujer no te preocupes, no eres el único o la única. Lo primero que se suele hacer es asociar, «una eminencia médica» a un hombre. Lo que nos pasa a muchos, ya seamos hombre o mujer, es lo que se llama parcialidad implícita.
Cuando somos niños, nuestros cerebros inconscientes, aprenden de los que nos rodea y establece conexiones neuronales entre distintos conceptos.
En este caso, entre ser hombre y ser una eminencia médica. Esas relaciones, aunque tiene un origen cultural, se vuelven parte de un proceso automático, que además nos acompaña toda la vida. Y por eso hasta las personas más feministas, pueden dudar a la hora de resolver este acertijo.
Porque nuestro cerebro inconsciente puede contradecir los valores que firmemente creemos…
COMO LA IGUALDAD DE GÉNERO O UNOS ESTEREOTIPOS BIEN MARCADOS